sábado, 19 de junio de 2010

MEDIO MARATÓN DEL OCEJÓN 2010

Han pasado ya dos semanas desde esta carrera que se celebró el día 5 de junio en la sierra de Guadalajara, pero tengo cada recuerdo en mi meoria como si hubiera sido ayer.

La carrera empenzó a las 17:30h, pero ya andaba yo por Robleluengo a eso de las cuatro de la tarde para recoger el dorsal y montar un pequeño stand del Club Canicross Guadalajara compartido con los amigos de El Rincón Lento.

El ambiente que ha creado los organizadores entorno a esta carrera es increible. Del Club de Canicross nos juntamos Patri, que no corió (seguro que al año que viene está haciendo cima en el Ocejón), Eduardo, Javi, Andrés, Juanjo, Cristhian y yo. Además de encontrarme muchas caras conocidas de gente del Club de Triatlón, del Maratón, de Veggie Runner, etc, conicí a corredores que venían desde Badajón, Córdoba, Soria y otros rincones de la la península. Todos juntos para compartir una tarde de deporte y naturaleza que no olvidaremos nunca.
La carrera sale desde Robleluengo y discurre por una senda estrecha hasta Majaelrrayo, unos tres kilómetro que sirven para ir calentando las piernas. Este tramo lo corrí con Juanjo, parecíamos dos cotorras, ibamos en la cola de la carrera ejercitando la lengua más que ningún otro músculo de nuestro cuerpo. Pasado Majaelrrayo la senda se convierte en un camino ancho durante uno o dos kilómetros y ahí iabmos adelnatando a algunos corredores pero sin para de rajar en ningún momento hasta llegar al primer avituallamiento. A partir de este punto la carrera emipiea a picar hacia arriba y con la pérdia del aliento nos vemos obligados a cerrar el pico y centrarnos en la carrera. En pocos minutos Juanjo se lanza hacia arriba a un ritmo que yo puedo seguir y me quedo sólo, bueno sólo no, ya que me engancho a un grupillo de seis o siete corredores encabezados por una chica del Parque Cataluña de Torrejón. Este grupo poco a poco se va rompiendo, pero mantengo a la vista a Javi, de Veggie Runners, con el que he compartido ya varias carreras y me parece que es una buena referencia ya solemos terminar en tiempos parecidos.

Poco a poco vamos acecándonos a la cima y una buena referencia es el avituyallamiento de Peña Bernardo. Reposción de líquidos y un poco de membrillo para afrontar los 2,5km hasta la cima, los más duros por dos motivos: por la pendiente y por en el último tramos no hay camino el suelo es de pizarra.

El calor nos acompaña durante toda la carrera pero ver el Pico Ocejón y cruzarse con los primeros corredores que bajan hace pensar que el objetivo está cada vez más cerca. La ilusión es más fuerte que el cansación y que el dolor de piernas y en aproximadamente dos horas de carrera consigo llegar al mojón del Pico, OBJETIVO CONSEGUIDO. Y para mi alegría me encuentro allí a Juanjo y a Cristhian, compartir ese momento, ese paisaje, esa satisfacción con bueno amigos vale por dos. Aquí queda esta foto para el recuerdo:
Comenzamos el descenso los tres juntos despues de hidratarnos un poco. Un detallazo el de la organización que sube agua hasta lo más alto del Ocejón para los corredores, teniendo en cuenta que no ahí no llegan vehículos y tienen que subirla los voluntarios en mochilas.

Juanjo baja el primer tramos con má precaución que Cristhian y yo se queda unos metro atrás, aunque éste tiene que parar a estirar porque tiene molestias en una pata. Como sé que se son mucho más rápidos que yo sigo adelante. En Peña Bernardo, para de nuevo para recuperar energía. A pesar de la pendiente favorable, no puedo hacer una bajada muy rápida porque las piernas no dan para más. En este avituallamiento nos volvemos a juntar los tres y hacemos varios kilómetro juntos a buen ritmo. Yo voy notando que si no bajo el ritmo la pájara me puede visitar y echar por tierra todo el esfuerzo de más de dos horas, así que bajo una marcha y los dos figuras avanzan sin tregua hasta la meta.

Me engancho a un corredor que a la postre será mi gran salvador por que sin él no sé si hubiera terminado la carrera. Ya en Majaelrrayo de nuevo, a unos 2-3 km de meta, siento que me quedo sin energía, la pájara por fín a llegado. Así que decido andar, vamos, me veo obligado a decidir andar. El corredor, desde ese momento mi amigo Adolfo de Córdoba, me da ánimos y me dice que tengo que correr, que andando se ma va a hacer un infierno el final y va a ser peor. Me macra un ritmo lento para que pueda seguirle, me da ánimas, me pregunta mi nombre, de dónde soy, una gran psicólogo d ela carrera, porque así, según avanza nuestra conversación le vamos comiendo metros a la carrera. En alguna ocasión vuelvo a caminar pero Adolfo es implacable y sólo me deja avanzar corriendo. A pocos metro de meta ya no puedo más y se separa de mi unos metros por delante, me guardo las fuerzas justas para llegar a meta corriendo, por eso "del que dirán".

Allí me reuno de nuevo con Cristhian y Juanjo, que en pocos kilómetros me han sacado casi 10 minutos. La satisfacción de terminar esta carrera es increible e indescriptible, nunca había corrido durante 3h. Además he vivido en primera mano la solidaridad y el compañerismo en carrera gracias a Adolfo, nunca olvidaré estos momentos finales en los que me ayudó a no desfallecer.

Javi y Andres, los últimos fichajes canicrosseros ha terminado quinto sexto con un tiempo de dos horas, felicidades a los dos. En meta nos juntamos todos los corredores y no sfelicitamos unos a otros, no importa la clasificación, unos han llegado antes, otros después, pero todos hemos sufrido y disfrutado.

Para reponerme del esfuerzo, creo recordar que me tomé cinco rajas de sandía y bebí unos dos litros de agua. Esto de forma inmediata. Después de la ducha la organización nos reservaba a los corredores, acompañante y voluntarios una deliciosa paella y de postre un concierto del grupo Tupelopone. Después otros grupos, Dj´s y hasta que el cuerpo aguante. El mío aguantó poco y después de la cena, a eso de las doce de la noche me fuí para casa.

Al año que viene más y mejor.

Esta es la clasificación de la carrera.

Etiquetas: